El Obispo Henrik Stubkjær, Presidente de la FLM. Foto: FLM/Albin Hillert
En la primera reunión plenaria del nuevo Consejo de la Federación Luterana Mundial (FLM), el Presidente Henrik Stubkjær reflexionó sobre las impresiones de la Decimotercera Asamblea celebrada en Cracovia y delineó el camino para los próximos seis años, centrado en la nueva estrategia de la FLM. Stubkjær expresó su agradecimiento a los miembros del Consejo por representar a sus iglesias de todas las regiones del mundo, destacando que este es un "viaje compartido" desde la Asamblea de Cracovia hacia la Decimocuarta Asamblea en 2030.
En su discurso de apertura, el Presidente subrayó que "la esperanza es uno de los dones que se nos conceden al recibir el bautismo" y que ocupa un lugar central en la nueva estrategia de la FLM, titulada "Compartir la Esperanza". La esperanza cristiana, dijo, "está arraigada en Cristo y nos es dada por el Espíritu Santo", permitiendo la construcción de comunidades acogedoras y abiertas. Al comparar las crisis contemporáneas con la "tumultuosa época" de la Reforma, Stubkjær enfatizó que la "teología luterana de la cruz" es tanto una conciencia de las crisis abundantes como una revelación de la gracia divina. La cruz, señaló, simboliza la esperanza y la acción transformadora de Dios en un mundo destructivo y violento.
Refiriéndose a la Asamblea de Cracovia, Stubkjær indicó que reafirmó el principio de unidad en la diversidad reconciliada, contrastándolo con la unidad basada en la homogeneidad promovida por líderes populistas y autoritarios. En sus recientes visitas a iglesias miembro en Tanzania, Etiopía, Polonia y Ucrania, el Presidente quedó impresionado por la hospitalidad y la fortaleza de las iglesias, especialmente en su misión holística. En Ucrania, destacó la cooperación de la iglesia miembro y el programa del Servicio Mundial en apoyo a las víctimas de los ataques rusos, transformando la desesperanza en esperanza.
Stubkjær también mencionó el Fondo de Solidaridad de la Comunión, establecido en 2022 para brindar apoyo inmediato a las iglesias en situaciones de emergencia. Además, resaltó el papel crucial de las iglesias al alzar su voz en defensa de los derechos humanos, las estructuras democráticas y el imperio de la ley. Finalmente, Stubkjær afirmó que continuará reuniéndose con otras iglesias miembro, enfatizando la importancia de mantener la unidad y cercanía mutuas como una comunión de iglesias.
