“Compartir esperanza: empoderar a las Iglesias, impactar en el mundo”
(LWI) – Una estrategia que llama a la comunión global de Iglesias Luteranas a “llevar a las personas una esperanza creíble en un mundo polarizado y profundamente dividido”. En la primera sesión plenaria desde que sus miembros fueran elegidos en la Asamblea de Cracovia el pasado mes de septiembre, el Consejo de la Federación Luterana Mundial (FLM) ha aprobado por unanimidad la nueva estrategia que guiará su trabajo durante los próximos siete años.
Bajo el título “Compartir esperanza: empoderar a las Iglesias, impactar en el mundo”, la estrategia se basa en y tiene como foco la esperanza, según la Secretaria General de la FLM, Rvda. Dra. Anne Burghardt. No se trata de “una ‘esperanza’ vaga e ilusoria para tiempos mejores, sino de una esperanza firmemente arraigada en la fe y claramente visible en nuestras acciones.”
“Nos recuerda algunos de los principios básicos de nuestra manera de entender el Evangelio y vivir nuestra fe. Liberados y liberadas por la gracia de Dios, se nos llama a proteger la dignidad humana y la creación, a crear espacios acogedores e inclusivos y a empoderar a las iglesias y comunidades para que proporcionen esperanza mediante palabras y hechos”, ha añadido la Secretaria General.
El desarrollo de la nueva estrategia se ha basado en las directrices de la Asamblea de Cracovia y en extensos procesos de consulta con el liderazgo de las iglesias, los y las miembros del Consejo, los organismos relacionados, las contrapartes ecuménicas y el personal de la FLM.
Identifica cuatro prioridades estratégicas – Teología responsable, Iglesias florecientes, Justicia y paz y Servicio y dignidad – que representan las principales áreas de trabajo de la FLM. En el documento estratégico, cada una de las cuatro prioridades comienza con un análisis de contexto y una “visión para el cambio”, seguido de puntos de acción práctica que darán forma a la tarea de la FLM.
Es nuestra esperanza que al final de este periodo estratégico las iglesias miembro estarán más conectadas todavía con la comunión global y podrán sentirse orgullosas de sus logros
La secretaria general de la FLM, Rev. Dra. Anne Burghardt
El Presidente de la FLM, el Obispo Henrik Stubkjær, ha afirmado que la estrategia se construye sobre “la convicción de que, como comunión global, se nos llama a llevar a las personas una esperanza creíble en un mundo polarizado y profundamente dividido.” Agregó que “también creemos que debemos concentrar nuestros esfuerzos en empoderar a las personas para que sean signos de esperanza a través de sus palabras y acciones, traer paz y sanación, trabajar por la justicia y la reconciliación.” El lema de la reunión del Consejo de este año, “Abundar en esperanza” (Rom 15:13) guarda relación con el mensaje central de esperanza presente en la estrategia.
Teología responsable, Iglesias florecientes
La primera prioridad, Teología responsable, se enfoca en ampliar la comprensión y el compromiso con la identidad luterana, así como en profundizar en las reflexiones acerca de la misión holística y el rol que tienen las iglesias de ofrecer una voz profética en el espacio público. También enfatiza el trabajo por la unidad cristiana y la prioridad de la educación y la formación teológicas.
La segunda prioridad, Iglesias florecientes, se centra en las relaciones entre las 150 iglesias que componen la comunión global. También explora los modos de fortalecer la formación de liderazgo con un enfoque en la buena gobernanza, la inclusión y el diálogo respetuoso, así como los esfuerzos hacia un compromiso intergeneracional más fuerte.
Justicia y paz, Servicio y dignidad
La tercera prioridad, Justicia y paz, destaca la labor de incidencia y sensibilización de la FLM, incluyendo el fortalecimiento de la capacidad de las iglesias para alzar localmente sus voces contra las injusticias, comprometiéndose globalmente con las Naciones Unidas y con otros organismos internacionales para fortalecer la defensa de los derechos humanos, especialmente en las áreas de justicia de género y de la emergencia climática. También incluye un importante enfoque en la construcción de la paz y la reconciliación, con un llamado a construir puentes entre las personas de diversas religiones e identidades culturales.
La cuarta prioridad, Servicio y dignidad, se centra en la labor de apoyo a las personas vulnerables afectadas por crisis o emergencias, con un fortalecimiento de la preparación para desastres de las comunidades y ofreciendo una respuesta holística a sus necesidades prácticas y psicológicas. Se compromete a promover acciones en favor de unos medios de subsistencia climáticamente resilientes y a fortalecer el apoyo a todas las personas en movimiento entre los países de origen, tránsito y destino. El Departamento de Servicio Mundial, que dirige la tarea humanitaria de la FLM, también presentará su propia estrategia en línea con la estrategia de la FLM, desarrollando estas prioridades en mayor detalle.
La estrategia de la FLM concluye con una orientación sobre la sostenibilidad y el fortalecimiento de la cooperación con los organismos relacionados y las contrapartes asociadas, incluyendo otras iglesias y comunidades de fe. Establece que “sabemos que trabajar conjuntamente para responder a las emergencias o afrontar las causas fundamentales del sufrimiento y la injusticia puede ser una herramienta poderosa para alcanzar estos objetivos”.
Burghardt, Secretaria General de la FLM, ha expresado la esperanza de que las y los miembros del Consejo compartirán la nueva estrategia con sus iglesias, con el fin de inspirar su tarea y construir conexiones más estrechas. “Es nuestra esperanza que al final de este periodo estratégico las iglesias miembro estarán más conectadas todavía con la comunión global y podrán sentirse orgullosas de sus logros”, ha dicho.