Voluntarios trabajan en la Escola Superior de Teología (EST) en Sao Leopoldo, para ayudar a las personas que fueron afectadas por las inundaciones. Foto: Valerio Guilherme Schaper
GINEBRA (LWI) - La Escola Superior de Teología (EST), parte de la Iglesia Evangélica de Confesión Luterana en el Brasil (IECLB), está en el corazón de una de las peores catástrofes naturales en Río Grande do Sul. La región, comparable en tamaño al estado de Nevada, enfrenta devastadoras inundaciones.
San Leopoldo, en la región metropolitana de Porto Alegre, ha sido duramente golpeada, con más del 39% de sus 220,000 habitantes afectados. La cuenca hidrográfica de la zona ha desbordado, causando graves daños y aislando comunidades.
"Estamos ayudando a mucha gente porque gracias a Dios no fuimos afectados por la inundación. Realmente fue un pequeño milagro", declaró el Profesor Dr. Valerio Guilherme Schaper, Director General de la institución. "Gracias a Dios, nuestros edificios no sufrieron daños y podemos seguir brindando ayuda a quienes lo necesitan", añadió.
Schaper también comentó sobre la crisis: "El problema es que el agua no regresaba; todavía hay agua acumulada y tuvieron que usar máquinas para sacarla". En cuanto al servicio que la EST ofrece, mencionó: "Tenemos alrededor de 220 personas albergadas, además de nuestros estudiantes que están viviendo allí. Hemos improvisado y varias aulas se convirtieron en albergue, todo lo posible para acomodar personas".
La EST ha desempeñado un papel crucial en la respuesta a esta emergencia. Ha formado seis equipos de voluntarios, integrados por docentes y estudiantes, que trabajan en los albergues más cercanos.
Además, ha reactivado su servicio de acompañamiento pastoral, creado durante la pandemia, para ofrecer apoyo emocional y espiritual a los afectados. Este servicio es llevado a cabo por docentes, estudiantes, pastores y egresados de la institución, tanto de manera presencial como en línea.
La institución también ha hecho un llamado a la comunidad internacional para contribuir con donaciones y apoyo a las personas afectadas. La ayuda de hermanas, hermanos, colegas, amigas y amigos es no solo necesaria, sino muy bienvenida en estos momentos críticos. La facultad agradece toda forma de colaboración y reza por la seguridad y bienestar de todas las personas involucradas en esta tragedia.
