Con esperanza en las manos — Jóvenes, adultos y familias de la IELCO participaron en la primera jornada de siembra de la campaña “Sembrando el Camino hacia la COP30”, recordándonos que cada árbol plantado es también un compromiso con la vida y con las generaciones futuras. Foto: IELCO
La Iglesia Evangélica Luterana de Colombia (IELCO) llevó adelante dos jornadas de siembra de árboles en el marco de la campaña “Sembrando el Camino hacia la COP30”, impulsada por el Foro de Justicia Climática de América Latina y el Caribe de la Federación Luterana Mundial (FLM). Esta iniciativa regional viene desarrollándose con la finalidad de conseguir plantar más de 12.000 árboles en distintos países, integrando a las iglesias luteranas en acciones concretas de cuidado de la creación y justicia climática, camino a la próxima Conferencia de las Partes (COP30), en la que el Foro participará activamente.
La primera siembra de la IELCO se realizó el sábado 9 de agosto en Bogotá, en el barrio El Codito, gracias a la alianza entre el proyecto Justicia y Vida, el cuerpo pastoral de la Región Centro, el Ministerio de Educación de la IELCO y la Junta de Acción Comunal local. Allí, además de la plantación de árboles, se desarrolló un espacio intergeneracional de formación y reflexión sobre ecoteología, acción por el clima, derechos humanos y buenas prácticas de justicia climática, fortaleciendo el compromiso comunitario con la creación.
Sembrar también es orar con las manos. Cada árbol plantado en la Sierra Nevada del Cocuy se convierte en un acto de fe, de cuidado por la creación y de esperanza para las generaciones futuras. Foto: IELCO
Sembrar árboles es también sembrar futuro. En la Sierra Nevada del Cocuy, familias enteras se unieron para cuidar la creación con sus propias manos. Cada gesto de amor a la tierra es también un legado de esperanza. Foto: IELCO
En la ciudad también hay espacio para la esperanza. En Bogotá, personas de distintas generaciones se unieron para plantar árboles y regalarle vida a la tierra. Cada mano, joven o adulta, se convierte en testimonio de que cuidar la creación es una tarea compartida. Foto: IELCO
La segunda jornada tuvo lugar el domingo 17 de agosto en la Sierra Nevada del Cocuy (Boyacá), donde se sembraron 230 nuevos árboles. Allí participaron Nathaly Quito y Mauricio Chala, referentes de la IELCO e integrantes del Foro de Justicia Climática de la FLM. Para Quito, estas actividades no solo buscan reforestar, sino también sembrar conciencia en las comunidades: “Cada árbol plantado es un signo de esperanza, una acción de fe y un compromiso con las generaciones futuras”, expresó. En la misma línea, Chala subrayó que la siembra también es un gesto de unidad intergeneracional y comunitaria: “Al plantar juntos, niñas, jóvenes y adultos, estamos mostrando que la justicia climática se construye en comunidad y desde la fe”, afirmó.
Con estas dos siembras, la IELCO ha alcanzado un total de 300 árboles sembrados en Colombia dentro de la campaña, y se prepara para la tercera y última plantación, que se llevará a cabo en octubre en la zona cafetera del Quindío. Con este testimonio, la iglesia se une a la voz común de las iglesias luteranas de América Latina y el Caribe, a través del Foro de Justicia Climática de la FLM, buscan mostrar que la esperanza en el Reino de Dios se traduce en acciones concretas de cuidado, justicia y restauración de la creación.