Nawala Ateib Mahamat (de amarillo), líder de la comunidad de refugiados en el campamento de Farchana, Chad, con su hermana Fara y sus hijos. Huyeron de la brutal violencia en Al Geneina, Sudán, en mayo de 2023. La FLM apoya a los refugiados sudaneses en el este de Chad con agua y saneamiento. Foto: FLM/C. Kästner-Meyer
"Una crisis de responsabilidad global"
Con motivo del Día Mundial del Refugiado, el 20 de junio de 2025, la Federación Luterana Mundial (FLM) insta a la comunidad internacional a reafirmar su compromiso con la protección y el apoyo a las personas obligadas a huir de sus hogares. Mientras las Naciones Unidas anuncian un récord de más de 122 millones de personas desplazadas en todo el mundo a causa de guerras, violencia y persecución, la FLM llama la atención tanto sobre la magnitud de las necesidades como sobre la drástica disminución de los recursos disponibles para hacerles frente.
“Muchas de estas personas han huido de conflictos y guerras. No son solo estadísticas; son niños, madres, padres y personas mayores que buscan seguridad, dignidad y una oportunidad para reconstruir sus vidas”, afirmó Maria Immonen, directora del Servicio Mundial de la FLM. “No se trata únicamente de una crisis de financiación; es una crisis de responsabilidad global. Cuando quienes tienen poder y recursos se retiran, quienes están desplazados son los que más sufren.”
No se trata únicamente de una crisis de financiación; es una crisis de responsabilidad global. Cuando quienes tienen poder y recursos se retiran, quienes están desplazados son los que más sufren.
Maria IMMONEN, Directora del Servicio Mundial de la FLM
Erosión del derecho internacional humanitario
En 2024, la FLM, a través de su brazo humanitario, el Servicio Mundial de la FLM, apoyó a 2,5 millones de personas, brindándoles alimentos, albergue, educación, protección y otros servicios. Los equipos de la FLM están presentes en algunas de las emergencias más peligrosas y complejas del mundo, respondiendo a crisis provocadas por conflictos y desastres en Myanmar, Palestina y Ucrania, así como apoyando a personas que huyen de la crisis en Sudán y la República Democrática del Congo, desde países vecinos. Desde zonas de conflicto hasta campamentos de refugiados y comunidades de acogida, el personal trabaja en estrecha colaboración con quienes más lo necesitan.
Sin embargo, el contexto mundial continúa deteriorándose. La FLM ha expresado una profunda preocupación por la falta de respeto del Derecho Internacional Humanitario (DIH), ante los ataques contra personal humanitario, escuelas y hospitales, que constituyen crímenes de guerra. “La diplomacia y la construcción de la paz están siendo relegadas en favor del gasto militar y los intereses nacionales, socavando décadas de cooperación internacional destinada a proteger la vida humana durante los conflictos”, afirma Immonen.
Las comunidades vulnerables son las más afectadas
El impacto de este cambio global se siente profundamente sobre el terreno. El retiro repentino de la financiación humanitaria del gobierno de los Estados Unidos, junto con los recortes continuos de otros países donantes, ha afectado especialmente a los programas de país de la FLM en África, Jerusalén y América Central. Los programas en Kenia, Uganda, Sudán del Sur y otros países ahora enfrentan decisiones difíciles, a pesar de que las necesidades siguen aumentando.
“El personal de la FLM es testigo a diario de la desesperación de las comunidades a las que servimos”, dijo Immonen. “Este es un momento para actuar, no para retirarse. El mundo debe renovar su compromiso con la protección de las personas refugiadas y desplazadas, y con la defensa de los principios del derecho internacional y la dignidad humana.”
En su reunión anual del Consejo, celebrada del 12 al 16 de junio de 2025, la FLM emitió declaraciones públicas sobre la crisis humanitaria mundial, así como sobre los conflictos en Ucrania y Oriente Medio. Encuentre las declaraciones aquí.
